LOS DONES DE PODER





Por Ismael Mendoza

1. Dones de Sanidad
2. Operación de Milagros
3. Fe

Estos dones de poder son aquellos por los cuales Dios realiza obras portentosas o de carácter sobrenatural entre sus hijos. Por consistir estos en hechos insólitos su manifestación es mucho menos frecuente, que los dones que pertenecen a los grupos anteriores.

En las escrituras la manifestación de los dones de poder va precedida por la operación de un don de revelación. A través de un don de revelación, Dios manifiesta lo que va a realizar, con ello, inspira la fe necesaria para la operación de don de poder.

Estos dones son conocidos como LAS MANOS DE DIOS, porque es donde precisamente Dios pone su mano poderosa para obrar a favor de su pueblo.

Los dones de poder son:

1. DON DE SANIDADES: es aquel por el cual Dios otorga la curación sobrenatural de un enfermo. Por ser esta curación de carácter sobrenatural se entiende que en ella no existió la intervención de ningún medicamento como tampoco la de los procesos naturales de recuperación con que Dios ha dotado al cuerpo humano.

En los ejemplos de sanidades de las escrituras, se observa claramente la manifestación de una revelación, antes del don de sanidad. HECHOS 3: 1-7 “Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quién ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban al templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó, y al momento se le afirmaron los pies y tobillos”.  HECHOS 9: 34 “Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y enseguida se levantó”. HECHOS 14: 8-10 “Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó y anduvo”.

Si algo debemos entender, es que las escrituras hablan de estos dones de manera plural, lo que indica que existe una variedad, en la manera de operar los diferentes dones de sanidad.  I CORINTIOS 12:9B “…Y a otros dones de sanidades por el mismo espíritu”. Hay sanidades que son inmediatas, y otras de manera progresiva, inclusive hay sanidades por grupos, por ejemplo hay veces que Dios sana solo a personas que padecen de úlceras, o solo enfermedades de los oídos, etc.

Toda persona que tiene el don de sanidad, no lo opera a su voluntad, sino en base a las revelaciones que Dios otorga a tal persona. Un ejemplo de esto lo tenemos en 2 TIMOTEO 4: 20 “Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo deje en Mileto enfermo”. Quien duda de que pablo sano a muchos enfermos, pero a Trófimo lo dejo enfermo, porque el sanar a una persona no depende de uno, depende de Dios. 

Una aclaración necesaria es el hecho de que, una cosa es la promesa de poner manos sobre los enfermos y estos sanarán, y otra cosa es el don de sanidades.


2. OPERACION DE MILAGROS: es aquel don por medio del cual se produce una alteración del curso ordinario de la naturaleza; una intervención temporal en el orden acostumbrado de las cosas a fin de favorecer los designios divinos. HECHOS 8: 39-40 “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea”.   HECHOS 9: 36-42 “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada la pusieron en una sala. Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres a rogarle: No tardes en venir a nosotros, Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que dorcas hacía cuando estaba con ellas. Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, Levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presento viva. Y esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor.     HECHOS 12: 7-11 “Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó. Diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por si misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se aparto de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba”.    HECHOS 13: 6-12 “Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado barjesús, que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del Señor esta contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor”.    


HECHOS 20: 7-10 “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargo el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues esta vivo”.

3- FE: este don es a través del cual Dios comparte su fe con una persona en particular. Dotado de esta fe absoluta la persona es capaz de realizar cualquier hazaña sin importar las sanidades o milagros que se necesiten para su realización. Para que este don se opere tiene que haber realmente una situación imposible y emergente, porque esta es la fe que nos hace creer en todo lo imposible. HEBREOS 11: 1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.  MATEO 17: 20 “Jesús les dijo: por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”.

Los resultados de una fe perseverante están descritos en HEBREOS: 1-38, donde estos hombres y mujeres de Dios, hicieron cosas realmente milagrosas por la fe.

El don de fe no debemos confundirla con la fe para ser salvos, o con la fe en que Dios nos puede ayudar en nuestras necesidades, o tribulaciones.



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