La Circuncisión es la del Corazón

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Tema: La Circuncisión es la del Corazón
Texto: Romanos 2:17-29

Ismael Mendoza. 

"Tú te llamas judío, te apoyas en la Ley y te glorías en Dios; conoces su voluntad e, instruido por la Ley, apruebas lo mejor; Estas convencido de que eres guía de ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de los ignorantes, maestro de niños y que tienes en la Ley la forma del conocimiento y de la verdad. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de robar, ¿robas? Tú, que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la Ley, ¿con infracción de la Ley deshonras a Dios?, pues, como está escrito: < El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros> La circuncisión, en verdad, aprovecha si guardas la Ley; pero si eres trasgresor de la Ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. Por tanto, si el incircunciso guarda las ordenanzas de la Ley, ¿no será considerada su incircuncisión como circuncisión? Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la Ley, te condenará a ti, que con la letra de la Ley y la circuncisión eres trasgresor de la Ley. No es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en interior y la circuncisión es la del corazón, en espíritu y no según la letra. La alabanza del tal no viene de los hombres, sino de Dios."

Debemos estar circuncidados en el corazón

"La circuncisión es la del corazón." Somos salvos cuando creemos con el corazón. Debemos de ser salvos en el corazón. Dios dice, "la circuncisión es la del corazón, en espíritu, y no según la letra. La alabanza del tal no viene de los hombres, sino de Dios (Romanos 2:29). Debemos tener la remisión del pecado en nuestros corazones. Si nosotros no tenemos el perdón de los pecados en nuestros corazones, es inválido. El hombre tiene una " parte interna y una parte externa," y cada uno debe recibir la remisión del pecado internamente.
El Apóstol Pablo dice a los Judíos, "La Circuncisión es la del corazón." ¿Entonces que circuncidaron los Judíos? Ellos circuncidaron una parte de la carne. Sin embargo, el Apóstol Pablo dice, "La Circuncisión es la del corazón." Los Judíos se circuncidaron externamente, pero Pablo dice que la circuncisión es la del corazón. Dios nos dice en nuestro corazón cuando llegamos a ser Sus hijos.
Pablo no habla acerca de la circuncisión externa, sino de la circuncisión y la remisión del pecado del corazón. Así que cuando él dice, "¿Pues qué, sí algunos de ellos han sido incrédulos?" (Romanos 3:3). Él quiere decir, "Sí algunos no creyeron en el corazón." Él no habla de creer externamente, sino dice, "Cree en el corazón." Nosotros debemos saber lo que el Apóstol Pablo quiere decir y lo que es la remisión del pecado. Debemos aprender como obtener la remisión del pecado en nuestros corazones a través de la palabra de Dios.
"¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos?" esto significa "¿Y que si los Judíos no creyeron en Jesucristo como su Salvador, aunque ellos son los descendientes de Abraham por la carne?" ¿Acaso su incredulidad dejará sin efecto la fidelidad de Dios? ¿Acaso el hecho de que Dios borró todos nuestros pecados, incluyendo los pecados de los descendientes de Abraham, quedará invalidado? Nunca. Pablo dice que aún los Judíos, quienes son descendientes de Abraham por la carne, pueden ser salvos cuando ellos crean que Jesucristo es el Salvador, el Hijo de Dios, quién quito los pecados del mundo a través de Su bautismo y crucifixión. Él también dice que la salvación y gracia de Dios a través de Jesucristo no puede ser invalidada.
Romanos 3:3-4 afirma, "¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? Su incredulidad, ¿habrá hecho nula la fidelidad de Dios? ¡De ninguna manera! Antes bien, sea Dios veraz y todo hombre mentiroso; como está escrito: ." El Señor prometió con Su palabra y santificó a los creyentes, cumpliendo Su promesa Él mismo. Dios desea mostrar Su justicia y justificar a aquellos que tengan fe en Jesús, a través de Su palabra, cumpliendo lo que Él prometió cuando Él es juzgado. Aún nosotros, que tenemos la remisión del pecado en nuestro corazón, también queremos ser juzgados por Su palabra y queremos vencer con Su palabra cuando seamos juzgados.

El Apóstol Pablo nos dice acerca de la parte interna y externa
 
Pablo habla acerca de su "parte interna y externa." Nosotros también tenemos una parte interna y externa, la cuales son la carne y el espíritu. Somos iguales a él. Ahora Pablo trata con el tema.
Romanos 3:5 afirma, "Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos?" Pablo no quiere decir que su parte externa está limpia. Su carne está sucia y continúa pecando hasta que muere. Esto incluye a toda la gente en el mundo. Sin embargo, ¿si Dios hubiera salvado a aquella gente, acaso no hubiera demostrado Su justicia? ¿Acaso Dios no hubiera sido justo si Él hubiera salvado a los seres humanos, aunque sus partes externas están enfermas? Así que Pablo dice, "¿Será injusto Dios al dar el castigo? (Hablo como hombre.) ¡De ninguna manera! De otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?" (Romanos 3:5-6). Pablo explica que no somos salvos sólo porque nuestra parte externa está limpia.
Tenemos una parte externa y una interna. Sin embargo, Pablo trata con el dominio del corazón diciendo, "¿Y qué si algunos no creyeron? ¿Acaso su incredulidad, hará que la fidelidad de Dios quede sin efecto? La circuncisión es la del corazón." No es una fe verdadera si una persona llega a ser justa una vez y al día siguiente un pecador, estableciendo nuestra fe sobre la base de la parte externa que peca y tiene iniquidades.

El hombre exterior siempre peca hasta que muere

El Apóstol Pablo no colocó su esperanza en la parte externa. Aquellos cuyos pecados son borrados también tiene una parte externa e interna. ¿Cómo se sienten cuando ven su parte externa? No pueden evitar el estar decepcionados. Veamos nuestra parte externa. Algunas veces somos buenos, pero algunas veces simplemente somos abominables. Pero la Biblia dice que nuestra parte externa fue crucificada con Jesucristo. Nuestra parte externa murió, y Jesucristo perdonó todos los pecados de nuestra parte externa.
Quienes somos salvos nos decepcionamos frecuentemente con nuestra parte externa, cuando la observamos. Parecemos tener esperanza cuando nuestra parte externa hace el bien, pero llegamos a decepcionarnos cuando no alcanza nuestra expectativas. Tendemos a pensar que nuestra fe está deshecha, cuando nos decepcionamos de nuestra parte externa. Sin embargo, esto no es correcto. Nuestra parte externa ya fue crucificada con Cristo. Aquellos que tienen la remisión del pecado también continúan pecando a través de sus cuerpos físicos. ¿Pero, no es eso un pecado? Sí, si lo es, pero es un pecado muerto. Está muerto por que los pecados fueron llevados a la Cruz con el Señor. El pecado que nuestra carne externa comete no es un problema serio, sin embargo, es un asunto serio el que nuestros corazones no estén bien enfrente del Señor.

Debemos creer en Dios con el corazón

Más iniquidades son reveladas al justo, inmediatamente después de recibir la remisión del pecado. Por lo tanto, la salvación de Dios llegaría a ser imperfecta, si fijamos como base de nuestra salvación al hombre externo, quien no puede sino pecar a cada momento. Nuestra fe se desviaría de la fe en Dios, la cual tenía Abraham, si fijamos nuestra fe sobre la base de las obras de la carne externa.
El Apóstol Pablo dice, "La Circuncisión es la del corazón." Llegamos a ser santificados y justos, creyendo en el corazón, no de acuerdo a las obras del hombre externo. La santificación no depende de si nuestro hombre externo hace o no hace lo que Dios dice. ¿Entiendes esto? El problema es que tenemos ambas, la parte interna y externa y ellas coinciden. Por lo tanto, nosotros tendemos a colocar mayor peso sobre el hombre externo. Nos sentimos confiados si nuestra parte externa actúa bien, y decepcionados si no. Pablo dice que esta no es la fe correcta.
"La Circuncisión es la del corazón." ¿Cuál es la verdad real? ¿Cómo sabemos y creemos con el corazón? En Mateo 16, Jesús le preguntó a Pedro, "¿Quién dices que soy?" Entonces Pedro confeso su fe, diciendo, "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." Así creía Pablo, con el corazón. Jesús dijo, "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, por que no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos." Jesús dijo, que la fe de Pedro era correcta.
Abraham no tenía hijo. Dios lo guío a él con su palabra y prometió que Él le daría un hijo y que él sería el padre muchas naciones. Él también le dijo que Dios sería el Dios de él y de sus descendientes. Dios le dijo a Abraham, que su familia y sus descendientes se circuncidaran como una señal del pacto entre Dios y Abraham. "Las cicatrices de cortar una parte de tu carne es el pacto de que yo soy Dios para ti," dijo Dios. Abraham creyó el pacto con su corazón. Él creyó que Dios sería Dios para él, y bendijo su corazón. Él también creyó que Dios sería Dios de sus descendientes. Él creyó en Dios mismo.

Somos justificados por creer en el evangelio de el agua y el Espíritu con el corazón

Somos justificados creyendo con nuestros corazones que Dios es nuestro Dios, nuestro Salvador. Somos salvos creyendo con nuestro corazón. No somos salvos por ninguna otra razón. Hemos llagado a ser justos creyendo con nuestro corazón que Dios es nuestro Dios y que Él borró todos nuestros pecados con el bautismo de Jesús y Su muerte en la Cruz. El creer con nuestro corazón nos salva. Así que la Biblia dice, "Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:10).
Lo que tenemos que hacer para que quede claro ahora, es que somos justificados creyendo con nuestro corazón, y no por las virtuosas obras de nuestra carne. No podríamos llegar a ser justos si Jesús le adjuntara una condición a nuestra parte externa, diciendo "Yo borraré todos tus pecados, pero con una condición. Puedes ser mi hijo si evitas el pecado. No puedes ser mi hijo si fallas en esto."
Somos justificados por creer con nuestros corazones. ¿Hubiéramos podido ser justificados si Dios le hubiera puesto condiciones a nuestra parte externa? ¿Acaso crees tú que Dios nos salvo, quitando tus pecados a través de Su bautismo en el Río jordán, ser crucificado y juzgado en tú lugar? ¿Cómo crees eso? ¿Acaso no crees con tu corazón? Podrías haber sido salvado si Dios hubiera dicho, "¿Perdonaré tus pecados pequeños, pero los grandes no. Invalidare tú liberación si fallas en observar esta condición?"

Debemos separar al hombre externo del interno
 
Nuestra carne, el hombre externo, siempre es débil y no puede alcanzar la justicia de Dios por sí mismo. Somos justificados creyendo con el corazón en frente de Dios, porque Él prometió salvar a aquellos que creyeran con sus corazones. Viendo nuestra fe, que admitimos lo que dios hizo y que Jesús quitó y borró todos nuestros pecados, con el corazón, Dios nos hace Sus justos hijos. Este es el pacto de dios, y El nos salvo, cumpliendo su promesa.
Dios dice que cuando Él ve fe en nuestro corazón, somos Su pueblo. Debemos separar nuestro hombre externo del interno. Nadie en el mundo recibiría la remisión del pecado, si basamos nuestra salvación sobre las obras de la carne externa. "La circuncisión es la del corazón." Somos salvos creyendo en Jesucristo con nuestros corazones. ¿Entiendes esto? "Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:10). Aparentemente el Apóstol Pablo separa al hombre externo del interno.
Nuestro hombre externo es peor que excremento de perro. No vale nada. No necesitamos usar a Abraham como ejemplo. Mírate a ti mismo. Ve tu carne inútil. La carne se vale del engaño para obtener una posición social elevada y vivir en abundancia. ¿No hace la carne otra cosa que buscar su propio interés? La carne sería juzgada más de 12 veces al día, si fuéramos juzgados en como piensa y en como actúa. La carne esta en contra de Dios.
Afortunadamente, Dios no esta interesado en nuestro hombre externo, pero Él se fijo en nuestro hombre interno. Él nos salva cuando realmente ve que creemos que Jesús es el Salvador con todo nuestro corazón. Él nos dice que Él nos salvo de todos nuestros pecados.

Nunca podremos ser salvos por nuestros propios pensamientos

Veamos nuestros propios pensamientos. Pensamos que podemos creer meramente con nuestros pensamientos. Podemos creer con los pensamientos de la carne, pensando 'Yo fui salvado por que Dios me salvo.' Sin embargo, no podemos ser salvados por nuestros pensamientos. La mente carnal cambia todo el tiempo y siempre hace lo malo. ¿Es esto cierto? Los pensamientos de la mente carnal quieren hacer esto de acuerdo a su lascivia.
Supongamos que alguien pone su fe sobre la base de sus pensamientos. Él / ella pueden tener su confianza en su salvación, mientras su pensamiento presente este de acuerdo con su pensamiento anterior, esto es, 'Jesús quitó todos los pecados en el Río Jordán.' Sin embargo, debido a que los pensamientos de la carne no son estables, él / ella ya no pueden tener confianza en Su salvación, una vez que una pequeña porción invada su débil pensamiento sobre la salvación. Una fe incorrectamente construida sobre pensamientos carnales, caerá al golpe de una duda.
No podemos creer en Él y en la verdad, si ponemos como base de nuestra fe nuestros propios pensamientos. Tal fe es como una casa construida sobre la arena, "Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina" (Mateo 7:27).
Por lo tanto, la fe de una persona que cree con pensamientos, está muy lejos de la fe basada en la palabra de Dios. Dios dijo, "Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando seas juzgado" (Romanos 3:4). Nuestra salvación debería estar basada sobre Su palabra. La Palabra se hizo carne y habito entre nosotros, y Dios es la Palabra. La Palabra vino a esta tierra en semejanza de hombre. Jesús nos salvó y fue tomado arriba después de Sus 33 años de tiempo de vida sobre la tierra y guío a Sus Apóstoles a escribir la palabra de la promesa, la cual es el cumplimiento del Antiguo Testamento que Él también le dijo a Sus siervos. Dios escribió lo que Él dijo e hizo en la Biblia. Dios se aparece y con la Palabra, habla con la Palabra y nos salva con la Palabra.
Nosotros no podemos tener la perfecta remisión de pecado con nuestros propios pensamientos, no creyendo en la palabra de Dios, pensando, 'Parece que soy salvo algunas veces, pero otras veces yo no puedo creer en la palabra del Señor.' No podemos ser salvados con pensamientos, por que nuestros pensamientos siempre cambian y no siempre son verdad.
Por lo tanto, el Apóstol Pablo dice que la circuncisión es la del corazón y nosotros creemos Su justicia con el corazón. Cuando nuestro corazón cree en Su palabra, el corazón aparentemente justifica que Dios prometió esto en el Antiguo Testamento y cumplió Su pacto. De esta forma Él nos salvo en el Nuevo Testamento por Su palabra. Somos salvos y hechos hijos de Dios creyendo en Sus palabras con nuestros corazones.

Somos salvos de nuestros pecados creyendo el Evangelio del agua y el Espíritu con nuestros corazón

Somos salvos por fe porque el corazón puede admitir a Dios, pero nuestros pensamientos de nuestra mente carnal puede que no lo admitan a Él. Somos hechos hijos de Dios creyendo con nuestros corazones, no por las obras o pensamientos del hombre externo. Esta claro que somos hechos hijos de Dios creyendo en Su palabra en nuestros corazones. ¿Crees esto con tu corazón? ¿Estás circuncidado en el corazón? ¿Crees en tu corazón que Jesús es tú Salvador? Aquel que cree en el Hijo de Dios tiene al testigo en él mismo. ¿Tienes al testigo de la palabra de que Jesús te salvó perfectamente, no hay testigo de tú experiencia personal? ¿Tienes la palabra de Dios en tú corazón? ¿Tienes la palabra que te dio la remisión del pecado? Tener una fe verdadera es ser salvo por fe.
Recibimos la remisión de los pecados creyendo en la palabra de Dios con nuestros corazones. Sin embargo, frecuentemente nos decepcionamos cuando observamos las debilidades del hombre externo. Entonces somos aptos para retroceder de nuestra fe en Dios. Aquel que no entiende totalmente la verdad se halla bajo una ilusión. La mayoría de los Cristianos ponen la medida de su fe sobre sus obras. Esto es un gran error. No debemos medir nuestra fe sobre nuestros propios pensamientos. No deberíamos de poner la base de nuestra fe sobre la carne externa, por que la carne es inútil. En el Antiguo Testamento y el Nuevo testamento nos dicen, que uno es justificado cuando él /ella creen en la palabra de Dios en el corazón. No somos salvos de nuestros pecados por pensamientos u obras, sólo por fe. No podemos ser salvos por las obras de la carne. Ya sea que pequemos o hagamos buenas obras, esto no tiene que ver con Dios y Su gloria.
Por lo tanto, la verdadera fe significa ser salvo creyendo la verdad de la salvación de la palabra de Dios con el corazón. Nuestra fe esta equivocada cuando nuestro corazón esta equivocado y nuestra fe es correcta cuando nuestros corazones están correctos. La conducta correcta viene de una fe verdadera. La mala conducta puede venir debido a que nuestro corazón es débil. Pero lo importante es que Dios mira el corazón. Dios mira al corazón y lo escudriña. Dios mira si el corazón está correcto o no. Dios mira si realmente creemos con el corazón o no. ¿Entiendes? ¿Sabes que Dios mira nuestros corazones? Dios mira si nosotros creemos en Jesucristo con nuestros corazones, cuando Él nos mira. ¿Crees con tú corazón?
Dios observa si nosotros creemos con el corazón o no, cuando Él mira sobre nosotros. Él mira en nuestros corazones. Debemos revisar nuestros corazones en la presencia de Dios. La circuncisión es la del corazón. ¿Crees con el corazón? Dios mira el corazón. Él mira para ver si realmente creemos con nuestros corazones o no. Él mira a ver si realmente conocemos la verdad y si queremos ir tras ella o no. Él mira para ver si tenemos fe en nuestros corazones o no y si queremos seguirle a Él y creer en Su palabra.

Existe un cuerpo religioso que da gran importancia al tiempo exacto de haber nacido de nuevo

Es importante tener un conocimiento exacto de lo que Jesucristo hizo y creerlo con el corazón. Existe un cuerpo religioso que les dice a sus hermanos y hermanas en nuestra Iglesia, que ellos no son salvos. Yo siento lastima por las almas de ese grupo religioso. Yo quiero hacer que entiendan y enseñarles el Evangelio del agua y el Espíritu. ¿Están borrados tus pecados? -Amén.- ¿Lo crees con el corazón?
Pero existe alguna gente que dice que nuestra fe no es correcta. Dicen que no debemos creer la palabra como está escrito y creer solamente lo que está probado por la ciencia. Dicen que una persona nacida de nuevo debe saber exactamente el tiempo en que él/ ella nació de nuevo (hora, fecha, mes). Cuando el hermano Hwang se reunió con uno de ellos, la persona le preguntó cuando había nacido él de nuevo, así que el hermano Hwang respondió que él no sabía la fecha y hora exacta, pero que él había nacido de nuevo creyendo en el evangelio de el agua y el Espíritu, en algún momento del año anterior. Entonces él dijo que el hermano Hwang no era salvo.
Desde luego, podemos decir la hora exacta y fecha y mes y año si los buscamos en el momento en que nacimos de nuevo. Aún podemos decir si era A.M. o P.M.; o la mañana, tarde, almuerzo o cena. Sin embargo, la salvación depende de creer con el corazón. No importa si no puedes recordar la hora exacta.



La circuncisión es la del corazón

El Señor tomó todos nuestros pecados sobre Él en el Río Jordán y fue crucificado en nuestro lugar para ser juzgados por los pecados. Él fue herido por nuestras trasgresiones y golpeado por nuestras iniquidades. Él quitó todos los pecados de nuestro hombre interno y externo. Nuestros espíritus se levantaron de nuevo de entre los muertos y ahora podemos seguir al Señor como a Él le plazca, aunque alguna gente pueda decirnos maliciosamente que no somos salvos.
¿Qué dice la Biblia acerca del hombre exterior? Más y más iniquidades parecen ser reveladas después de que recibimos la remisión de pecados. Todavía no han sido reveladas todas nuestras iniquidades; más deficiencias serán reveladas. Sin embargo, somos salvos sí creemos en nuestros corazones que Dios es nuestro Dios y que Jesús quitó todos nuestros pecados en el Río Jordán a través de Su bautismo y crucifixión.
No podemos ser comparados con gente que le da importancia a la fecha en que nacieron de nuevo y que creen solamente lo que es probado por la ciencia. Claramente, no son salvos. Creemos con nuestros corazones para ser justificados. ¿Crees que Jesucristo es nuestro salvador? -Amén.- La fe comienza desde ese punto y el Señor guía nuestros corazones desde ese tiempo. El Señor dice que somos sus justos hijos y que nuestra fe es verdadera. Él bendice nuestros corazones y quiere que lo sigamos a Él con nuestros corazones, por la fe. Dios nos guía y nos bendice cuando caminamos con Él a través de la fe en nuestros corazones.
"La circuncisión es la del corazón." Fuimos salvos creyendo con nuestros corazones. Mucha gente sobre la tierra dice que creer el evangelio con sus corazones los salvó. Sin embargo, le agregan sus obras a la fe. Consideran las obras del hombre exterior como una condición esencial de su fe. Dicen que tener fe en el evangelio y el agua en el Espíritu no puede guiarlos a la salvación por que ellos mezclan, el creer con el corazón y sus propias obras virtuosas.
Como resultado, están más interesados con el buen desarrollo del hombre exterior y que tan frecuentemente ofrecen oraciones de arrepentimiento. Están lejos de la salvación, aunque piensan que son salvos de sus pecados.

Dios mira sobre el corazón

Creemos para llegar a ser justos en nuestros corazones. Puramente está separado de la carne exterior y no tiene nada que ver con nuestras obras. La salvación misma no tiene relación con nuestras obras. ¿Te sientes refrescado después de aprender que todos tus pecados han sido borrados? ¿Deseas servir al Señor con gozo? ¿Predicas el evangelio con gozo? ¿Quieres encontrarte con Su preciosa misión? El corazón se vuelve agradecido y gozoso por que Dios aprueba nuestra fe cuando creemos con nuestros corazones. Por lo tanto, el corazón es muy importante ante Dios.

LOS VALIENTES DE DAVID

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TEMA: LOS VALIENTES DE DAVID
TEXTO: 2 SAMUEL 23: 11-12


Por Ismael Mendoza.
Introducción

A la mayoría de los cristianos nos fascina la palabra "guerra". En especial los cantos y alabanzas que tengan que ver con esta palabra. En sí, esa es la vida del cristiano: una constante lucha. Pero qué hay cuando alardeamos mucho con esta palabra y cuando estamos en medio de la batalla, cedemos y caemos? Este es el pasaje de los valientes de David, hombres de guerra, adiestrados para la batalla. Los filisteos estaban en constante batalla y guerra contra Israel. Estos hombres bajo la dirección de David luchaban contra sus enemigos valientemente. Cada uno tiene una característica muy especial pero hay uno que refleja la vida del creyente en determinadas situaciones en la que hay que decidir: Sama.


1) El trabajo de Sama

Sama tenía una pequeña heredad, la cual había sembrado lentejas. Yo me imagino el trabajo que había hecho este hombre al sembrar un campo con estas leguminosas, y en tiempo de campaña, es decir en tiempo de guerra, arar la tierra, sembrar la semilla, cuidarla, cultivarla. Es más difícil cultivar que sembrar, siembras una sola vez, pero cultivas muchas veces (busca la diferencia entre sembrar y cultivar y verás a lo que me refiero). Este era Sama preocupado por su familia, por el sustento de ellos. De pronto ocurre lo inesperado: los filisteos atacan. Fíjate bien que el pasaje no dice que atacaban el cultivo cuando la lenteja estaba pequeña. No, atacaban cuando ya casi cosechaban. Inteligentes los filisteos. Si llevamos esto y lo aplicamos a nuestra vida, es lo mismo, Satanás no te ataca cuando comienzas a sembrar, ni cuando cultivas, espera pacientemente a que tu fruto crezca para quemarlo, atacarte y destruir lo que con tanto esfuerzo has sembrado.


2) La cobardía del pueblo.


El pueblo salió corriendo, despavorido, con miedo. No tuvieron el valor para defender lo que era suyo, lo dejaron todo en manos de los filisteos. Hay un dicho mexicano que dice "el valiente vive hasta que el cobarde quiere". El pueblo se rindió antes de pelear, corrió, huyó. Valoremos nosotros esto y pongámoslos a pensar: ¿en determinado problema corremos?, ¿nos enfrentamos?, ¿le dejamos a Satanás nuestra bendición y corremos aun lugar "seguro"? No seamos como este pueblo, no corramos enfrentémoslo como venga.

3) Sama se paró en el medio del campo y luchó.

No corrió, lo enfrentó, defendió lo que tanto trabajo había costado.
No se quejó, actuó, su decisión fue rápida y acertada.
Se paró en medio del campo y peleó. ¿Nunca te has puesto ha pensar cuántos filisteos atacaron en esa ocasión? No sé. ¿100?, ¿1000? Tal vez más, tal vez menos. No importa cuántos. Lo que importa es que no salió corriendo como los demás, lo enfrentó. No lo hizo desde la orilla, no desde el camino, no mandó a nadie por él. El lo hizo solo, sin la ayuda de nadie. ¿Tomaremos una determinación igual también nosotros? Defendamos también, actuemos valientemente.

4) Mató a los filisteos y Jehová le dio la victoria sobre sus enemigos.


Tal vez Sama dijo: tal vez muera en el intento, pero no importa. Mejor muero en el intento que otros mueran de hambre. Tal vez dijo: es mi campo, mis lentejas, el alimento de mis hijos, mi heredad. Tú di lo mismo! Es mi bendición, lo que yo he trabajado y lucha por lo tuyo.

5) ¿Qué inspiración tenía Sama?

¿Qué impulsó a Sama ha tomar tal determinación? Tal vez se acordó que un tiempo atrás un jovencito llamado David no se acobardó delante de un gigante llamado Goliat y lo enfrentó valientemente con la confianza que Dios da a sus valientes. Esta era la inspiración de Sama: David, su rey. ¿Cuál es nuestra inspiración? Claro: Jesús. El padeció todo lo que nosotros padecemos y sabía su fin: la cruz. Y no retrocedió, la enfrentó valientemente. Hagamos lo mismo también nosotros. Somos real sacerdocio, nación santa, los hijos de un gran Rey y Supremo Creador.

Podemos hacer dos cosas en determinada situación:

1.- correr como el pueblo y dejar lo que tanto trabajo nos ha costado sembrar.
2.- pararte en medio del campo y luchar

Tú eliges: pelear o morir


Si te fijas bien, todo tiene un por qué: Los filisteos, es Satanás. El campo de lentejas, nuestra bendición como hijos de Dios; Sama puedes ser tú, o también puedes ser el pueblo que huyó, tu elijes.

Conclusión

Los valientes de David no siempre fueron valientes, algún tiempo fueron gente común y corriente. Lee 1o. Samuel 22:1-2. Es el pasaje de la cueva de Adulam ¿Qué había allí? Vagabundos, exiliados, amargados, endeudados, gente que había huido de su círculo social por ser considerados escoria humana. Si te gusta especular, no me cabe la menor duda que allí se encontraban los que en un futuro serían los valientes de David, medita esto y pongámoslos a pelear.

"SER VALIENTE NO SIGNIFICA NO TENERLE MIEDO A NADA, SIGNIFICA HACER Y ENFRENTARNOS A LO QUE MAS MIEDO TENEMOS"

El perdón de las ofensas

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Mt 18,21-35
El perdón de las ofensas

Ismael Mendoza.

El perdón de las ofensas es un punto en el cual podemos examinar el progreso de la revelación divina en la historia humana. El ser humano no habría llegado jamás a la verdad en este punto si no hubiera mediado la enseñanza de Cristo. ¿Y cuál es esa verdad inalcanzable a la razón humana y enseñada por Cristo? Que debemos perdonar siempre y sin limitación ("hasta setenta veces siete") las ofensas que nos hagan; y esto no por estrategia, sino de corazón.

El primer texto que encontramos en la Escritura sobre este tema es el siguiente: "Dijo Lámec a sus mujeres: '... mujeres de Lámec, escuchad mi palabra: Yo maté a un hombre por una herida que me hizo y a un muchacho por un moretón que recibí. Caín será vengado siete veces, mas Lámec lo será setenta y siete" (Gen 4,23-24). De este nivel de venganza es capaz la naturaleza humana. Lo vemos a menudo en la historia y también en hechos de nuestro tiempo.

Un paso inmenso se dio cuando Dios entregó la ley a Moi-sés. La ley del Talión ponía un límite a la sed de venganza: "Si alguno causa una lesión a su prójimo, se le hará lo mis-mo que hizo él: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente..." (Lev 24,19-20). Esta es la ley que regía en Israel en el tiempo de Jesús. Así lo recuerda él mismo: "Habéis oído que se dijo: 'Ojo por ojo y diente por diente'. Pues yo os digo..." (Mt 5,38-39).

Otro paso se dio como consecuencia de la enseñanza de los profetas y los sabios en Israel, como lo atestigua el libro del Eclesiástico: "Perdona la ofensa a tu prójimo, y, cuando lo pidas, tus pecados te serán perdonados... Si no se compadece de su semejante, ¿cómo pide perdón por sus propios pecados?" (Sir 28,2•4). El sabio llama a superar la ley del Talión: Si tu hermano te ofende, no exijas que él sufra el mismo daño, sino perdonalo. Y la motivación que da es reli-giosa: "Tus pecados te serán perdonados".

Hasta aquí se había llegado en el tiempo de Jesús. Pero Jesús nos ofrece la revelación definitiva de la verdad en dos aspectos: en la reacción a tener ante la ofensa y en el número de veces que hay que hacerlo.

Habíamos dejado en suspenso la enseñanza de Jesús sobre el primer aspecto. Ahora la completamos. La ley del Talión decía: "Al que te abofetee en la mejilla derecha, abofetealo tú en la mejilla derecha". La enseñanza de Jesús, en cambio, es esta: "Yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra..." (Mt 5,39).

Respecto al número de veces, es lo que indaga Pedro en el Evangelio de hoy: "Señor, ¿cuántas veces tengo que perdo-nar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete ve-ces?". Jesús le responde: "No te digo hasta siete veces, si-no hasta setenta veces siete". Jesús enseña que debemos per-donarnos unos a otros siempre y sin limitación, es decir, "perdonar de corazón al hermano". Y la razón es que Dios nos ha perdonado a nosotros una ofensa de magnitud infinita, en tanto que las ofensas nuestras son limitadas, insignifican-tes, en comparación con aquélla

TEMA: La Casa del Alfarero

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LA CASA DEL ALFARERO


Ismael Mendoza.


TEXTO: JEREMIAS 18: 1-6

Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor, diciendo: Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Entonces descendí a casa del alfareo, y he aquí, estaba allí haciendo un trabajo sobre la rueda. Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mno del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla. Entonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo: ¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que el alfarero? -declara el Señor. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel. Jeremías 18:1-6

INTRODUCCION:

Dios habló muchas veces y de diversas maneras a su pueblo por profetas, por jueces y pos sacerdotes: usaba parábolas para ilustrar el mensaje para que entendieran, pero sus oídos muchas veces estaban cerrados.

DESARROLLO:

Dios es un Dios de Oportunidades:

Levantó por profeta a Jeremías para las naciones: aunque él se resistió al principio, pensando que era muy jóven, el Señor le aseguró que le había escogido desde antes que naciera y se le ordenó a que permaneciera soltero debido a las calamidades venideras y al tipo de ministerio que le estaba delegando.

Nuestra vida no está en las manos de una "fuerza invisible" o un "destino ciego" nuestra vida está en las manos del Dios Todopoderoso. El es nuestro creador. El es nuestro padre y el Dios de oportunidades que nos levanta, que nos restaura.

En la Casa del Alfarero:

Jeremías fue invitado a ir a la casa del alfarero para recibir Palabra de Dios: Porque en la Casa del Alfarero allí está la Gracia de Jesucristo". Si en una casa no hay gracia, hay desgracia. Si en una casa no hay amor, hay odio. Si en una casa no hay paz, hay guerra. Si en una casa nohay santidad, hay pecado. Y Dios veía la desgracia, el odio, la guerra y el pecado de su pueblo.

Jeremías se levanta y ve la alfarero, la rueda y el barro: y comprende que todo el proyecto es hacer del barro una vasija maravillosa (Filipenses 1:6).

El Toma su Tiempo:

Preparando la arcilla, mezclandola con agua y pisoteandola para lograr un barro moldeable, ya que Dios mismo es el alfarero (Isaías 64:8).

Por supuesto usa a los aprendices a que le ayuden pero todo esto con un propósito (2 Timoteo 2:19-21): porque el barro no puede moldearse así mismo, necesita agentes atmósfericos hasta que queda listo para someterse a las manos del alfarero.

La Rueda de la Vida:

Un par de discos de piedra o de madera que giran a una velocidad controlada. En nuestra vida no hay suerte, no hay casualidades, todo esta bajo control (Romanos 8:28).

Vea el ejemplo de José. El era un barro para ser un buen vaso.

La Vasija se Echó a Perder:

La desobediencia, la rebelión del hombre estropea los planes de Dios.

Jacob - Moisés - David - Pedro - Onésimo: fueron hechos de nuevo, porque se habían echado a perder. Dios es el que restaura para que volvamos a empezar otra vez.

Preparandose para el Horno:

Aqui es la etapa final en el cual nos tenemos que someter a la prueba de fuego. Todo vaso debe pasar este nivel si desea ser usado por Dios.

Job fue preparado para pasar por el horno del dolor, aqui aprendió a quedarse callado. Pedro paso por el hono de la persecusión para aprender a ser fiel.

CONCLUSION:

Si como barro somos tratados fuertemente, aprendamos a reposar en el Señor, ya que Dios tiene un plan perfecto y hara de nosotros un buen vaso.

Cuando nos encontremos listos para pasar al horno de la prueba, el fuego consumira todo aquello que ni nosotros mismos sabemos que teniamos.

EL ESPOSO SABIO

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EL ESPOSO SABIO
1 Pedro 3:7

Ismael Mendoza.

Introducción


Cuando Isaac, hijo de Abraham y Sara, envejeció, se le oscurecieron los ojos y quedó ciego. Al no saber cuantos años le quedaban para vivir, Isaac decidió dar a su hijo Esaú la bendición del primogénito. Esaú y Jacob eran gemelos pero se consideraba a Esaú como el primogénito porque nació primero.

Rebeca, la esposa de Isaac, escuchó que Isaac deseaba bendecir a Esaú, así que le explicó a Jacob la manera en que podría hurtar la bendición del primogénito. Su plan era que él usara los vestidos de su hermano Esaú y se pusiera pieles de cabras en sus manos y cuello para aparentar el vello, como el de su hermano Esaú. Jacob entonces hizo lo que su mamá le mandó.

Así Jacob engañó a su papá mintiendo y usando los vestidos de su hermano Esaú y cubriéndose las manos y el cuello con pieles de cabritos. Aunque Isaac reconoció que la voz era la de su hijo Jacob, fue engañado por el olor de los vestidos de Esaú y por las pieles de los cabritos que aparentaron el vello de Esaú. Así, bajo estas condiciones, Isaac bendijo a Jacob. Al saberlo, Esaú se enojó muchísimo y se prometió a sí mismo que mataría a su hermano Jacob después del fallecimiento de su papá.

Jacob entonces huyó de la ira de su hermano Esaú y se fue a casa de su tío Labán, hermano de su madre. Allá, se enamoró de Raquel, su prima, que era la segunda hija de Labán. Después de un mes de hospedarse allí, Jacob se puso de acuerdo con Labán en que trabajaría para él por siete años, a fin de casarse con Raquel. Los siete años pasaron volando, porque Jacob estaba enamorado de Raquel.

Cumplidos los siete años, Labán hizo banquete para celebrar el casamiento de su hija con Jacob e invitó a todos los varones de aquel lugar. Durante los siete años Jacob había llegado a conocer a todos ellos, su cultura y sus costumbres. Él estaba listo para casarse con Raquel, pero aquella noche Labán llevó a la recámara de Jacob a Lea, su primera hija, y allí consumaron su matrimonio.

Leamos ahora lo que Jacob le dijo a Labán la mañana siguiente en Génesis 29:25-28.
Después de permanecer una semana en luna de miel con Lea, Jacob se casó con Raquel, prometiendo a Labán que trabajaría otros sietes años para él. Jacob ahora tenía dos esposas; pero, amaba más a Raquel que a Lea. Cuando Dios vio que Jacob menospreciaba a Lea, le dio a Lea la capacidad de concebir y dar a luz a cuatro hijos varones, uno tras otro; pero Raquel era estéril.

Al ver a su hermana mayor dar a luz cuatro veces seguidas, Raquel se llenó de celos. Leemos esto en Génesis 30:1-3.

Transición
¿Por qué discutieron Jacob y Raquel? (Permitir que los hermanos respondan)

¡Analicémonos lo que pasó entre Jacob y Raquel!

1. Raquel se desespera porque no puede concebir. Jacob está con ella más que con Lea porque la ama más que a ella. Sin embargo, Lea concibe vez tras vez y Raquel no puede concebir.
2. ¿Con qué tono de voz habrá dicho Raquel a Jacob: “Dame hijos, o si no, me muero.”?
Con un tono acusador
Culpando a Jacob
Con tanta desesperación que parecía que lo despreciaba o se burlaba de él.
3. ¿Cómo respondió Jacob?
¿Con sabiduría?
¿Comprendiendo los sentimientos de Raquel?
¿Con ternura y cariño, tratando de ayudar a Raquel en su desesperación emocional?
4. Cuando Jacob se sintió acusado por la esterilidad de Raquel, se defendió con mucha fuerza, diciendo “¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?”
Jacob no culpó a Raquel, sino a Dios.
Si Jacob hubiera culpado a Raquel, ella hubiera contestado peor.
Me imagino que ahora el tono de voz de ambos era muy alto.
5. Raquel hace una sugerencia inmadura, que no demostraba fe en el poder de Dios.
Génesis 30:3
Por lo que leemos en Génesis 31:19 sabemos que Raquel era idólatra.
6. Como Jacob aceptó el plan de Raquel demostró que tampoco era maduro en su fe en Dios. Ambos siguieron la costumbre de su época en vez de orar a Dios. Ellos tenían un ejemplo que seguir. Génesis 25:21 dice que Isaac oró a Dios por Rebeca porque ella era estéril, y Dios aceptó su oración y Rebeca concibió.
¿Cómo debía haber respondido Jacob a Raquel cuando ella dijo, “Dame hijos, o si no, me muero?”
Según 1 Pedro 3:7, Jacob debía haber respondido sabiamente a Raquel. Leámoslo.
Lección
Dios quiere que el marido viva sabiamente con su esposas, dándole honor, como a vaso más frágil y como coheredera de la gracia de la vida.
A. Este versículo, uniendo la nueva idea con lo que mencionó anteriormente desde el versículo 1, empieza con la palabra igualmente en vez de asimismo por dos razones:
1. Porque el matrimonio es una calle de doble sentido. Dios les da instrucciones a los dos, porque los dos requieren ser instruidos.
2. Porque la instrucción que Dios da al marido no es la misma que le da a la esposa. Dios no le dice al marido que se sujete a su esposa, sino que viva sabiamente con ella.
a. En dos versículos del Nuevo Testamento, Dios le indica a la esposa que se sujete a su marido (Efesios 5:24 y 1 Pedro 3:1).
b. Dios no le dice al marido que se sujete a su esposa porque Dios quiere que el marido sea el líder en el hogar. Sin embargo, para asegurar que el liderazgo del marido sea el correcto, en Efesios 5:25-33 Dios le manda al marido que ame a su esposa como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo hasta la muerte por ella, v. 25.
Debe amarla como a su mismo cuerpo, v. 28
Debe amarla como a sí mismo, v. 33
B. En 1 Pedro 3:7 Dios enseña al marido que viva sabiamente con su esposa.
Dándole honor (respeto), como a vaso más frágil.
En vez de despreciarla, el marido ha de darle honor.
En vez de faltarle al respeto, el marido ha de respetarla.
1. El marido le da honor a su esposa reconociendo las diferencias físicas que tienen el hombre y la mujer.
Por esto el varón (a) no ha de ser perezoso ni ha de esperar que la mujer haga trabajos rudos, como algunos tienen por costumbre hacer.
Por esto el varón (b) ha de hacer el trabajo más pesado, y si es posible, que la esposa se dedique al cuidado de los hijos y los quehaceres de la casa.
2. El marido le da honor a su esposa reconociendo que Dios ha creado al varón con más estabilidad hormonal que la mujer (con las consecuencias que esto tiene en sus emociones).
a. El varón mantiene el mismo nivel hormonal todos los días porque no hay ningún cambio de hormonas en su sangre; pero la mujer tiene un ciclo hormonal que afecta las emociones. La combinación de hormonas en la sangre de la mujer es distinta casi todos los días de su ciclo mensual.
b. Este cambio gradual diario:
(1) Afecta sus emociones. Le pone triste, negativa, sensible, irritable, llorona, etc., en mayor o menor grado, de acuerdo con su personalidad.
(2) Afecta su apetito sexual, entusiasmo, el nivel de energía.
(3) Le ocasiona dolores físicos durante los días de menstruación.
c. Aunque la mujer sufre estos cambios, son indicio de algo que el varón no es capaz de hacer: llevar en su vientre un hijo, ser madre.
Este hecho reivindica la dignidad de la mujer (es salvación de su dignidad), que fue derribada cuando cayó en el engaño satánico. Ella fue engañada por la manera de funcionar de su cerebro. Pero, le damos gracias a Dios por sus capacidades, tan necesarias y diferentes a las del varón.
1 Timoteo 2:15 dice que cuando la mujer se sienta inferior por no poder enseñar al varón en la iglesia y ejercer dominio sobre éste, ella recupera su sentido de dignidad haciendo algo que el varón no puede hacer: tener hijos.
3. El esposo sabio ha de conocer todos estos detalles, y ha de tomarlos en cuenta en la vida cotidiana con su esposa. El esposo sabio ha de dar honor a su esposa como a vaso más frágil, reconociendo que hay días en que será más fácil conversar con ella, y que en otros ha de ser más paciente.
a. Durante los 5 días de menstruación y los 5 días antes de ellos, la mujer es más sensible que durante los otros días de su ciclo mensual.
(1) El esposo sabio ha tener más paciencia durante estos 10 días.
(2) El esposo sabio ha de hablarle a su esposa con más ternura y cariño durante estos 10 días.
(3) El esposo sabio ha de ser más cariñoso, amable y comprensivo durante estos 10 días.
b. Del sexto día del ciclo mensual de la esposa hasta el día 14, el marido ha de tomar en cuenta que la alegría, el entusiasmo, la energía, el deseo sexual y la actitud positiva aumentan en la esposa.
c. Del día 15 hasta el día 23 disminuyen gradualmente estas características emocionales por los cambios hormonales de la mujer.
d. Del día 24 hasta el día 28 del ciclo femenino, hay una rápida disminución en las emociones como la alegría, el ánimo, la energía y la actitud positiva. Es en estos días cuando se convierten en tristeza, desánimo, fatiga y actitud negativa. Hay momentos de llanto inexplicable y aun depresión.
4. Si el marido no toma en cuenta el día del ciclo mensual en que está su esposa, cuando ella le dice algo semejante a lo que Raquel le dijo a Jacob: “¡Dame hijos, o si no, me muero!”, ¿qué va a ocurrir?
Lo mismo que con Jacob y Raquel.
Pero el hombre común va a enojarse, va a hablarle a su esposa con enojo, defendiéndose, no va a comprender las emociones de su esposa, no va a entender por qué ella le habla de esa manera, no va a tenerle paciencia, no va a dominarse la lengua en su respuesta y van a empezar a discutir.
5. Hermanos, en ese momento, su esposa necesita comprensión, cariño, abrazos, afirmaciones de su amor, ternura, un tono de voz suave y gentil, etc. Nosotros tenemos que responder sabiamente y darle honor a nuestra esposa, aunque su actitud no lo merezca. ¿Por qué?
a. Porque ella fue creada física y emocionalmente más frágil que el varón.
b. Porque ella es coheredera de la gracia de la vida.
Génesis 1:27 dice que los dos fueron creados a la imagen de Dios.
(1) Los dos tienen inteligencia.
(a) La mujer tiene más memoria por la manera en la cual su cerebro funciona.
(b) La mujer puede procesar información más rápidamente que el varón.
(2) Los dos tienen voluntad propia. La fuerza de voluntad depende de la personalidad de uno.
(3) Los dos tienen personalidades distintas que determinan si es líder natural o no.
El esposo tiene que vivir sabiamente con su esposa porque no es superior a ella.
C. Si el esposo no vive sabiamente con su esposa, dándole honor, sus oraciones tendrán estorbo
1. Porque no habrá paz en casa.
2. Porque no tendrá una relación buena con su esposa, es decir, una relación:
Que anima
Que atrae
Que muestra aprecio
Que es de amor

Conclusión
¿Cómo empiezan las discusiones en la pareja? Por la falta de comunicación y de entendimiento.
¿Quién ha de prevenir las discusiones entre la pareja? Ambos, conociéndose, comprendiéndose, sabiendo las diferencias básicas y respondiendo sabiamente de acuerdo a ellas. Pero especialmente, Dios espera del varón sabiduría para liderar con amor a su esposa. ¿Cómo? Respondiendo sabiamente en momentos de tensión.
Jacob no respondió sabiamente a lo que Raquel le mandó.
Aplicación para hacer en el hogar: les propongo estudiar otra crisis familiar y cómo se resolvió. Hagan favor de revisar en casa la historia de Elcana, Penina y Ana en 1 Samuel 1:1-23.
Platiquen entre esposos los contrastes y los aciertos de esta historia comparándola con la de Jacob, Lea y Raquel.

EL LIDERAZGO CRISTIANO

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EL LIDERAZGO CRISTIANO
TEXTO: Colosenses 3: 7-18

Ismael Mendoza

Al finalizar la carta a los colosenses Pablo menciona a 10 personas. Generalmente pasamos por alto estos textos de saludos y recomendaciones. Nos parecen poco relevantes. Pero si nos detenemos un poco, podemos encontrar valiosas enseñanzas.

Vamos a considerar esta pasaje, de cara al reconocimientos de dones y responsables de ministerios en la próxima asamblea de la iglesia el 27 de noviembre. Muchos de ustedes se estarán preguntando si aceptar o no. Los que vayan a asumir alguna responsabilidad, necesitamos tener claridad sobre que significa ser un líder cristiano. Mi propósito es dar orientación para aquellos que están decidiendo en estos días. Para eso vamos a seguir este texto.

Las marcas del liderazgo cristiano.(Reponsabilidades)

1. La primer condición para ser un líder cristiano es aquel que está dispuesto a ser un servidor. “Tiquico, fiel servidor” Vs. 7a

En el mundo secular, se piensa en el liderazgo como un espacio de poder, de ganancia y mando. Y existe el peligro que las nociones seculares de liderazgo se infiltren entre nosotros. Algo parecido a lo que les pasó a los discípulos que especulaban sobre quien sería el líder del grupo, después que Jesús muriera.

En el mundo secular el líder busca obtener alguna ganancia. Siempre el liderazgo secular está en función de algún rédito: económico, prestigio, honra...
En el Reino de Dios, el líder está dispuesto a sacrificar. Vayamos sabiendo. Si alguno aspira al liderazgo cristiano, necesita saber que necesitará hacer sacrificios. Va a sacrificar tiempo, va a sacrificar prestigio, va a sacrificar salud, va a sacrificar dinero, y va a perder la vida. Si hacemos un seguimientos de estos 10 líderes mencionados en Colosenses, no nos deja lugar a otra conclusión: Porque sirvieron, sacrificaron todo.
La pregunta que debemos hacernos antes de aceptar un lugar en el liderazgo de la iglesia es ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar? ¿(y no estoy hablando de cosas malas, tal vez son prioridades que hoy no pueden ser descuidadas) Y si ya sabes que no podrás renunciar a esas cosas, mejor no aceptes.
Mejor que evaluemos. La iglesia está pasando por una situación de emergencia, y necesita de un gran espíritu sacrificial para recuperarse.

2. La segunda condición es aquel que está dispuesto a trabajar en equipos. “Tíquico, colaborador” vs. 7b

En este breve texto, Pablo menciona una red de personas, vitalmente relacionadas entre si, a través de Cristo. Uno de lo grandes méritos del ministerio de Pablo fue la formación de equipos de trabajo. En realidad Pablo no hizo otra cosa mas que tomar el modelo de su Maestro. La misión mas importante de Jesús, después de su sacrificio en la cruz, fue formar un equipo de discípulos.

En el liderazgo bíblico no hay lugar para llaneros solitarios. No hay lugar para personas que se cortan solas. No hay lugar para iluminados que creen tener toda la verdad. En el liderazgo bíblico, solo hay lugar para los que saben trabajar junto a los demás: sabe dar su opinión pero sabe escuchar. Tiene convicciones, pero sabe que no tiene verdades absolutas.

Hermanos y hermanas, cuando estén orando y discerniendo sobre si aceptar o no un ministerio, háganse esta preguntas ¿Se trabajar en equipo? ¿Disfruto de mis compañeros de servicio? ¿necesito de ellos? ¿Se escucharlos y respetarlos?

3. La tercer condición y la más importante es que tu liderazgo sea “en Señor”. “Títico, fiel servidor y colaborador en el Señor” vs. 7c

La fortaleza de tu liderazgo estará en proporción directa a tu relación con Cristo.

3.1. Esto significa que nuestro lugar de servicio responde a un llamado de Cristo.

Debemos tener la convicción que es el Señor el que nos llama y nos pone en ese lugar de servicio. No es porque te lo pide el pastor, o porque la asamblea te votó. Si el Señor no te lo pide, por mas que tengas la aprobación de la asamblea, tus esfuerzos será inútiles. Pero si el Señor te lo esta pidiendo, te animo a que respondas con humildad y gratitud a su llamado.

3.2. Además significa que nuestro liderazgo refleja a Cristo y a ningún otro.

Tu liderazgo debe reflejar a Cristo. Ninguna otra persona, ideología, moda, ningún otro interés, puede ocupar el lugar de Cristo en la vida de los líderes cristianos. Algunos liderazgos reflejan mas a un gerente de empresa que a un siervo de Jesucristo, otros lideres se parecen mas a un caudillo montonero que a un humilde discípulo del Señor, y hay otros que en vez de reflejar Cristo, se parecen a los bufones del rey que divierten a la gente.

Es como la relación entre el sol y la luna. La luz de la luna depende de la luz del sol. Si la luna queda sin la luz del sol, deja de brillar.

Lo primero que deberíamos tener en cuenta los que asumamos un espacio de liderazgo cristiano es que ese lugar de liderazgo está dado por el Señor y que nuestra misión es reflejar la imagen del Señor.

En esto se diferencia el liderazgo cristiano del pagano: el liderazgo cristiano se nutre de una espiritualidad centrada en Jesucristo. El liderazgo cristiano no ser forma en un taller para líderes donde se enseña algunas técnicas de dirección de grupos, o de manipulación de emociones, sino a la sombra de una íntima comunión con Cristo.

Los primeros cristianos tenían claro que su puesto de liderazgo estaba dado por Jesucristo. Esos no se cansaban ni se avergonzaban de llamarse a si mismo: “Siervos de Jesucristo”.

Si alguien va a servir como líder en la iglesia, necesitará saber que responde al llamado de Jesucristo, y que por esa íntima unión con Jesucristo, reflejará solo a Jesucristo.

Antes de aceptar cualquier responsabilidad, evaluamos si nuestro liderazgo es “en el Señor”, si no es así, mejor no aceptar. No importa que se cierren 5 o 10 ministerios. Será porque nosotros los creamos, pero no están llamados por Jesucristo y no están reflejando a Jesucristo.

Algunos definen el liderazgo como la capacidad de influir en otros de manera saludable para el logro de objetivos comunes. Nosotros agregaríamos que además, el líder es el que ayuda a calcular el costo de la empresa que se quiere llevar a cabo. Jesús fue esa clase de líderes. El formó a líderes que tenían en claro el costo del liderazgo cristiano, y quizá fue por eso que muchos empezaron a volverse atrás. Jesús no fue detrás de ellos rogando que por favor aceptarán, los dejó ir.

Este es el costo: trabajar en equipo, estar dispuesto al sacrificio y reflejar a Jesucristo.

Ahora bien, frente a estas demandas, cualquiera va a pensar que el el liderazgo cristiano es un servicio insalubre. Y algunos terminan su liderazgo exhaustos, desgatados, amargados y frustrados. Cuando esto ocurre no es porque el liderazgo sea algo insalubre. Nuestro Señor es muy gentil y cuidadoso con sus líderes.
Al contrario, será la mas dichosa de las personas porque sabe y ve que solo el que pierde su vida, es el que la esta ganado, sabe que solo dando es como los otros pueden nacer y crecer. En la perspectiva de Jesús el líder sano y felíz no es el que recibe honores, aplausos, bienes o privilegios. El líder feliz es el que disfruta en dar, en darse, donarse a si mismo
Las necesidades del líder cristiano (sus derechos)

1. El líder cristiano necesita cuidado pastoral. Tiene derecho a ser cuidado. Vs. 8.


Miren lo que dice Pablo en el vs. 8: “Lo envío a ustedes para que tengan noticias de nosotros, y así cobren ánimo” y en el vs. 12 “Les manda saludos Epafras, este siervo de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por ustedes, para que plenamente convencidos, se mantengan firmes, cumpliendo en todo la voluntad de Dios. Me consta que el se preocupa mucho por ustedes y por los que están en Laodicea”

Si el liderazgo cristiano demanda una entrega sacrificial tan alta como recién decíamos, es absolutamente necesario para ese líder, que cuente con una pastoral de cuidado y de apoyo.

Si vas a estar en algún ministerio necesitamos asumir un doble compromiso: Quisiéramos cuidarte y quisiéramos que te dejes cuidar.

Queremos cuidar tu familia, tu salud física . Si vas a entregar todo por el Señor, debes saber que a tu lado siempre habrá alguien que quiere cuidarte y pastorearte.

Pero también es necesario que te dejes cuidar. Notemos que en el vs. 11, el mismo Pablo se incluye como necesitado de cuidado pastoral”Estos son los únicos judíos que colaboran conmigo y me han sido de mucho consuelo”.

Se dice de los cristianos, que es el único ejercito que deja a sus heridos abandonados en el campo de batalla.

Que no se diga eso de nosotros, y si alguien está herido, por favor paremos todo para atenderlo, y si no lo vimos… por favor que nos diga para que lo cuidemos.

2. Tiene derecho a ser orientado. “Onésimo los pondrá al tanto de todo lo que sucede aquí” vs. 9

Si vas a ocupar un lugar de servicio, un puesto de trabajo, reclamarás “estar al tanto de todo lo que sucede aquí”. Es decir necesitarás información y orientación.

Desde el CM y el CEP estamos trabajando para que toda la iglesia tenga orientación: hacia donde vamos, cuales son nuestras prioridades, donde concentrar nuestras fuerzas, y como lo haremos.

En principio tenemos claro que la razón de la iglesia es amar a Dios, cuidar al hermano y servir al mundo y que nuestra misión es la evangelización integral de las personas. También tenemos claro que nuestra prioridad hoy por hoy es trabajar por una comunidad en red centrada en Jesucristo.

En gran parte la crisis de nuestra iglesia es la falta de rumbo en los últimos años. Y si vas a ocupar un lugar de liderazgo, tienes derecho de saber hacia donde va la iglesia.

3. El líder cristiano necesita la oportunidad de ser restaurado cuando algo le ha salido mal. – Marcos – Enésimo – Demas – Arquipo -

En el terreno secular, la oportunidades de restauración son mínimas. Cuando alguien se cae, los demás festejan y lo pasan por encima, porque en el mundo secular el liderazgo es una cuestión de competencia. “Pero no será así entre ustedes” nos dice el Señor. Entre ustedes cuando alguien se equivoca, o cuando alguien fracasa, tendrá otra oportunidad, porque nosotros valoramos mas la persona que la actividad.

En esta lista de 10 líderes hay dos que fueron restaurados: Onésimo y Marcos y otros dos que están en la cuerda floja: Demas y Arquipo. De los dos primeros, uno viene de robar a su patrón, el otro, Marcos, viene de haber desrtado a mitad de camino. Pero ahora aquí están, tuvieron una nueva oportunidad: Onésimo haciendo de cartero y Marcos con un “recibanlo bien” de Pablo. Ambos fueron restaurados.

De los otros dos que están en la cuerda floja, uno recibe una exhortación Arquipo: Díganle a Arquipo que se ocupe de la tarea que recibió en el Señor, y que la lleve a cabo”. Parece que andaba algo flojo y Pablo le da la oportunidad. Del otro, Demas, es del único que no se dice nada. Llama la atención. Sera porque este líder, dejó pasar la oportunidad. Miren lo que dice en 2da Cor. 4:9 “Demas, por amor a este mundo, me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica” Había menospreciado la oportunidad de ser restaurado.

En el liderazgo cristiano, un liderazgo sacrificial y de servicio, necesitabas saber también que habrá una comunidad pastoral que te cuidará como Jesús cuidó a los suyos, que te orientará hacia donde vamos, y que te restaurará cuando caigas, como Jesús restauró a los suyos casa vez que fallaron.

Conclusión:

En estos días estaremos discerniendo acerca de cual es nuestro lugar de liderazgo en la iglesia desde esta perspectiva bíblica. El martes por la mañana de 7 a 9 y de 18.30 a 20 estaremos orando en la iglesia por este motivo. Necesitamos mucha sensibilidad, mucha búsqueda de Dios, mucha meditación en su Palabra si queremos que nuestra próxima asamblea de reconocimientos de dones no sea un trámite más. Sino del algo nuevo que el Señor esta haciendo con sus líderes aquí en La Lucila.