LOS BENEFICIOS DE DIOS HACIA EL HOMBRE PECADOR


LOS BENEFICIOS DE DIOS HACIA EL HOMBRE PECADOR
PASAJE PARA ESTUDIO: Salmo 103. LECTURA DEVOCIONAL: Salmo 19 TEXTO PARA MEMORIZAR: Salmo 103:22.


Escrito Por Ismael Mendoza.


PROPÓSITO
Comprender que la felicidad no es el resultado de poseer muchos bienes materiales, sino de apropiarse de los favores de Dios y tener una vida de adoración a Él.
INTRODUCCIÓN
En este Salmo encontramos cómo podemos ser felices en un mundo lleno de corrupción. La fidelidad que se nos muestra es el resultado de vivir al lado de Dios disfrutando de sus beneficios. De hecho, como pecadores no merecemos esos beneficios, pero Dios, que es bueno y misericordioso, "nos corona de favores". Vivimos porque él nos da todo lo que necesitamos para sobrevivir en la tierra. El trabajo que realizamos para obtener alimento, vestuario y techo es mínimo si tomamos en cuenta que el resultado final todo es provisión de Dios.
Algunas veces cometemos el error de pensar que tenemos muchos bienes porque somos muy capaces. En realidad es Dios quien nos da las oportunidades, la salud y las fuerzas para realizar nuestras actividades diarias. En este sentido no tenemos nada de qué gloriarnos. Lo mejor es agradecer a Dios por sus beneficios, tal como lo hizo el salmista.
El salmista, en su decisión de agradecer a Dios, platica consigo mismo. Reconoce lo grande y bueno que ha sido Dios para con él. Dios le había perdonado sus pecados, quitó sus dolores y le salvó la vida. Los bienes que tenía los había recibido directamente de Dios.
DESARROLLO DE LA LECCIÓN
I. PALABRAS DE GRATITUD (Salmo 103:1-5)
A. “BENDICE ALMA MIA A JEHOVÁ” (Salmo 103)
En el versículo 1, la palabra bendecir quiere decir alabar, dar gracias y congratular. Demuestra la decisión personal del salmista de dar gracias a Dios sin ninguna condición. La expresión “alma mía” significa que habla en forma personal y con inteligencia. La expresión “y bendiga todo mi ser su santo nombre”, implica que involucrará todo su ser: Su mente, sus emociones, su voluntad.
Cuando tomamos decisiones como la del salmista, somos victoriosos y estamos mejor preparados para servir a Dios y a nuestro prójimo. Además, podemos decir como el profeta Habacuc: “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales, con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación” (Habacuc 3:17-18).
B. “Y NO OLVIDES NINGUNO DE SUS BENEFICIOS” (Salmo 103:2-5)
Al igual que el salmista, debemos agradecer a Dios por todos los beneficios. El escritor de este Salmo menciona algunos beneficios:
1. “Él es quien perdona todas tus iniquidades” (vs. 3a). Cuando nos arrepentimos y le pedimos perdón, Él perdona nuestros pecados. De hecho, no hemos sido destruidos porque Él es paciente y misericordioso.
2. “El que sana todas tus dolencias” (vs. 3b). Dios es el que nos sana de nuestros dolores: Físicos y morales. Padecemos dolores por causa de enfermedades; sufrimos dolores morales por la pérdida de un ser querido. Para el creyente ningún dolor es permanente, ya que Dios le libra de todos ellos.
3. “El que rescata del hoyo tu vida” (vs.4a). El pecado provoca la muerte eterna del hombre, pero Cristo nos ha salvado de esa muerte. Nos ha dado vida eterna. Además, nos libra de la corrupción de este mundo.
4. “El que te corona de favores y misericordia” (4b). Dios nos favorece de muchas maneras. Nos provee la vida; nos provee alimento, vestuario, techo y otros bienes. El favor más grande que Dios nos hizo fue habernos dado a su Hijo para que muriera por nosotros.
5. “El que sacia de bien tu boca” (vs. 5a). Dios satisface nuestros deseos con cosas buenas. Nos provee lo necesario para vivir. Dios nunca nos va a dar cosas que dañen nuestra salud.
6. “De modo que te rejuvenezcas como el águila” (vs. 5b). El águila es un ave de mucha fortaleza, y, además, renueva su plumaje cada año; renueva su plumaje porque ya no le sirve. La figura es amplia en significado. El creyente debe eliminar de su vida muchas cosas inútiles, y sustituirlas por aquellas que Dios da. Los que temen a Dios, aunque no tienen una fuerza física como la de un joven, tienen una fuerza espiritual inexplicable.
II. LA RELACIÓN DE DIOS CON SU PUEBLO (Salmo 103:6-14)
A. DIOS NOS TRATA CON JUSTICIA (103:6-7)
Vs. 6. Los hijos de Dios, por vivir en este mundo pecaminoso, están expuestos a sufrir las injusticias de los malvados. Algunos sufren burlas, desprecio e incluso son aborrecidos por creer en Cristo. Algunas veces da la impresión de que la injusticia desplaza a la justicia, pero no es así. Dios permite el sufrimiento de sus hijos para demostrar su poder y para fortalecer el carácter de ellos. Los cristianos sólo pueden declarar victoria cuando han pasado por el fuego de la prueba. Dios quiere que seamos más que victoriosos a través de Cristo Jesús. Nada está fuera del control de Dios. El versículo que estamos estudiando dice: “Jehová es el que hace justicia y derecho a los que padecen violencia”. El deber de los cristianos es esperar con paciencia la intervención divina. Jesús dijo que son bienaventurados los que sufren por causa de Él. Por lo mismo, insta los creyentes a alegrarse y a gozarse (Mateo 5:11).
El versículo 7 es una demostración de la justicia divina. Se refiere principalmente la manera en que Dios castigó a los egipcios cuando trataban mal a Israel. Dios utilizó como instrumento a Moisés para sacar a su pueblo de Egipto. Dios no sólo libró a Israel con mano poderosa, sino que se manifestó ante ellos con hechos poderosos, a tal grado que otras naciones tuvieron temor. Tanto Moisés como el pueblo israelita fueron testigos de grandes maravillas de Dios. Dios cumplió todas las promesas que había hecho tanto a los antepasados de Israel como también a ellos mismos. A Moisés, personalmente, le dio las leyes con las cuales debía gobernar a Israel.
B. DIOS ES MISERICORDIOSO Y CLEMENTE (103:8-17)
Dios es justo y ha determinado que los pecadores deben sufrir las consecuencias de su maldad; pero también es amor, y quiere que los hombres se arrepientan para poderlos perdonar. Las razones son las siguientes:
1. Jehová es misericordioso (vs. 8a).
2. Jehová es clemente (vs. 8b).
3. Es lento para la ira (vs. 8c).
4. No guardará el enojo para siempre (vs. 9).
Los versículos 10-13 muestran el resultado del amor de Dios hacia el pecador quien con corazón contrito y humillado se presenta ante Él para pedirle perdón.
5. Dios no le paga conforme a sus hechos, sino que le perdona todos sus pecados, no importando qué tan graves sean (vs. 10).
6. Engrandece su misericordia para con los que le temen (vs. 11).
7. No toma en cuenta las rebeliones del arrepentido (vs. 12).
8. Se compadece de los que le temen (vs. 13).
III. LA CONDICIÓN DEL HOMBRE ANTE EL DIOS ETERNO (Salmo 103:14-18)
Vss. 14-15. El hombre no es nada sin el poder de Dios. Por lo tanto no tiene nada de qué vanagloriarse. El versículo 14 afirma que es polvo de la tierra; y los versículos 15 y 16 señalan lo frágil y lo vulnerable que es el ser humano. El hombre puede perder la vida en cualquier momento. No es la primera vez que muchas personas imprudentemente se vanaglorian de su fortaleza, y media hora después ya han fallecido. Por eso debemos tener cuidado de no jactarnos de nuestras fuerzas físicas o de nuestra sabiduría. Antes de iniciar cualquier proyecto, debemos consultar con Dios para saber si es su voluntad.
Vs. 17-18. En estos versículos, una vez más, se mencionan los beneficios que obtienen los que depositan su confianza en la eterna misericordia y justicia de Dios. En el versículo 18 se añade un aspecto muy importante que los creyentes no debemos olvidar: Debemos guardar su pacto y sus mandamientos para ponerlos por obra.
El versículo 19 expresa la soberanía de Dios sobre toda la creación. Dios gobierna todo, y no hay nada que sea independiente de Él. El que Dios le haya dado un pequeño espacio al hombre para que decida entre obedecerlo y desobedecerlo, no implica que no lo pueda someter a su voluntad. Sin embargo, Él respeta la decisión del hombre, y espera que lo obedezca voluntariamente. Dios puso delante del hombre la vida y la muerte. El que decide por la vida, tendrá que buscar a Dios, porque sólo en Él se encuentra la vida. Por otro lado, quienes deciden por la muerte, permanecen en pecado y automáticamente se encaminan al infierno. De este modo, Dios no es culpable por la desgracia de los imprudentes y rebeldes. Nosotros debemos buscar a Dios en cada momento de nuestra vida.
IV. LOS CREYENTES DEBEN TESTIFICAR DE DIOS (Salmo 103:19-22)
Las invitaciones de los versículos 20 al 22 son una forma poética del salmista para expresar su gratitud hacia Dios. En el versículo 19 invita a los ángeles a bendecir a Dios. Nosotros sabemos que los ángeles alaban y glorifican a Dios permanentemente. Además, están a su servicio. En el versículo 21, se invita a los ministros de Dios a bendecirlo constantemente. Finalmente, en el versículo 22, el salmista invita a la creación, y expresa su disposición de bendecir siempre a Dios por sus grandes beneficios.

CONCLUSIÓN
1. Nosotros no tenemos menos razones que el salmista para agradecer a Dios. Dios nos ha beneficiado en gran manera.
2. Tenemos que estar agradecidos con Dios por todos sus favores. Él envió a su Hijo Jesucristo para que muriera en la cruz del Calvario para rescatarnos de nuestros pecados.
3. Tenemos que agradecer a Dios porque Él nos ha sanado, nos ha librado de muchos peligros, y, además, nos tiene preparado un lugar especial en el cielo.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Podría enumerar cuántos favores han recibido de Dios?
2. ¿En qué forma podemos expresar nuestra gratitud a Dios?
3. ¿En qué forma podemos expresar nuestra gratitud a Dios a nivel de iglesia?

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